Hago mias las palabras de un gran atleta y amigo Marc Roig:
Ya pasó el mundial de atletismo: ese que se ha celebrado en Corea del Sur, ese que las televisiones han ninguneado y, como dirán algunos, ese que ha sido el peor mundial de la historia para España. Todo ello es cierto, pero simplicarlo así es quedarse muy corto.
El atletismo es un deporte universal, el más sencillo de practicar (si nos olvidamos por un momento de concursos como el salto con pértiga o el lanzamiento de martillo) y donde los medio técnicos tienen sólo una parte de la razón del éxito. Quizá ésta sea la lectura que hay que sacar de este mundial; ni Kenia ni Jamaica tienen las mejores becas o los mejores campus universitarios para que sus atletas lleguen al máximo nivel, pero se han llevado gran parte de las medallas en fondo y en velocidad, respectivamente.
Ahora resulta que España sólo ha conseguido una medalla de bronce y un cuarto puesto. O antes éramos muy buenos y se ha terminado la cosecha, o antes vivimos un espejismo al que podremos llamar "puerto" o "galgo" a partir de ahora. Seguramente habrá un poco de cada pero el futuro parece el mismo en ambas situaciones.
Yo también pienso que la federación no es lo eficiente que debería, pero me pregunto si el sistema de becas puede cambiar nuestro nivel. A fin de cuentas, lo que ellos llaman "beca" es sólo un premio; sólo después de conseguir un gran resultado se animan a pagarte un poco y, en el caso de que no mantengas el nivel durante los próximos 18 meses, la beca se termina. No voy a negar que la beca es una buena ayuda, pero termina por convertirse en un objetivo per se: conseguida la beca, ya tengo 18 meses de tranquilidad. Pero llega el punto en que no se anda tan fino y la beca se acaba, el atletismo deja de ser rentable y los atletas se acercan a la cola del INEM. Hace sólo dos semanas leía en La Vanguardia que un tercio de los deportistas retirados está en paro. Quizá mejorando la economía española mejore nuestro atletismo (no soy economista ni vidente para saber esto), pero se agradecería por parte de la federación que se consiguieran ayudas más interesantes que las propias becas económicas.
En el atletismo, a diferencia de otros deportes, no necesitamos tantas horas al día para entrenar; un trabajo a media jornada puede dar la estabilidad necesaria para que el atleta consiga, con el paso del tiempo, el máximo nivel que es capaz. E incluso me atrevería a decir que le mantendría alejado de la tentación del dopaje, porque sabe que su vida no depende únicamente del atletismo.
No hace falta ir muy lejos en el tiempo para descubrir que los mejores atletas del mundo (Zátopek, Bannister, Bikila, etc.) eran trabajadores, estudiantes o funcionarios. Por lo tanto, y como conclusión, podemos culpar a la RFEA (Real Federación Española de Atletismo) del descalabro sufrido en este mundial de Corea pero la única manera que tenemos como atletas de remediar nuestro bajo rendimiento es buscando un trabajo compatible con nuestros entrenamientos y entrenar tan duro como nos sea posible, sin pensar que la federación moverá un dedo para ayudarnos. Más adelante, si de verdad somos buenos, quizá iremos al mundial y volveremos con una medalla; pero no conseguirlo nunca se considerará un fracaso.
Muy buena la entrada me ha gustado mucho, con coherencia, fondo y bien redactada.
ResponderEliminarQue razón tienes en que quizás han castrado a nuestros galgos... y hemos vivido años anteriores de una hornada de mejores atletas.
Pero la situación del atletismo en España es tal y como la pintas en tu post.
Espero que la RFEA asuma su responsabilidad y se ponga a trabajar en todos los campos (doping, ayudas a los atletas, promoción y desarrollo de la cantera...)
Un gran saludo amigo y a seguir entrenando y luchando por lo que te gusta, y también te animo a que sigas escribiendo e incluso te adentres en otros temas.
Un abrazo
Alfonso de Castro